A lo largo de nuestra vida siempre cometemos errores y aquel que te diga que nunca los ha cometido te está
mintiendo. Así que si en el día te equivocas unas cuantas veces, no te
enfades contigo mismo y mucho menos empieces a buscar culpables. Por el
contrario, siéntete agradecido y empieza aprender de ellos.
Cuando aprendes de tus errores, te conviertes en una persona con experiencia y como buen experto debes saber que ese camino no es el correcto para ti. El problema esta cuando no aprendes de tus equivocaciones y sigues metiendo la cabeza en lo mismo una y otra vez y vives diciendo pero porque a mí... Que hice para merecerme esto... Hasta cuando... Otra vez me pasa lo mismo... Siempre escojo a la persona equivocada...No otra vez...Por buena gente me pasa esto...
Es necesario aprender de una equivocación lo que tenemos que evitar si no queremos sufrir nuevamente las consecuencias de sentir la misma sensación de frustración, dolor e incluso culpabilidad. Adicionalmente, si se nos vuelve a presentar algo similar con la experiencia adquirida de nuestros anteriores errores, fácilmente podemos encontrar una solución ó una alternativa que nos saque victoriosos de un nuevo contratiempo.
Debes tener mucho cuidado porque existen diferentes clases de errores. Unos te pueden ayudar a superar miedos y temores a cometerlos nuevamente, te dan más seguridad en ti mismo y se convierten en útiles a lo largo de tu vida. Y otros, se pueden convertir en tu peor pesadilla y en una carga negativa que puedes arrastrar toda tu vida.
La mayoría de nosotros desde que somos pequeños crecemos con el temor a equivocarnos porque de forma indirecta nuestros padres, tíos, profesores y adultos que nos rodeaban lo repetían constantemente "Equivocarse es lo peor que te puede pasar" y nos enseñaron con sus comentarios que errar es algo catastrófico que nos puede pasar. Pero hoy en día es necesario aprender que los errores pueden convertirse en enseñanzas valiosas y enriquecedoras para nuestra vida.
1. Nos enseñan lo que queremos y lo que no. Nos ayudan a descubrir nuestro propósito y son una oportunidad para descubrir qué es lo que realmente queremos de la vida.
2. Nos enseñan que no somos invencibles y que por mucho que nos esforcemos, no podemos evitar cometer errores. Que los errores hacen parte de nuestra vida y que por más que queramos ser perfectos siempre encontraremos en el camino esa piedra que nos hace gritar, llorar, zapatear, frustrarnos, desanimarnos y sentirnos morir. Que necesitamos ayuda y que no siempre lo podemos hacer todo nosotros mismos.
3. Nos enseñan lo que vale la pena y lo que no. A veces creemos que no las sabemos todas pero vamos por el camino equivocado. No escuchamos consejos y por el contrario nos molestamos con el mundo porque ellos son los equivocados y no nosotros. Pero la vida nos da lecciones y cuando sufrimos las consecuencias entendemos que estábamos mal encaminados. A punta de caídas y fracasos nos obligan a cambiar de rumbo siempre y cuando aprendamos la lección y entendamos que la vida nos da otra oportunidad para cambiar.
4. Nos enseñan a ser responsables de nuestros actos. Reconocer nuestros errores es lo mejor que podemos hacer. Nos enriquece como personas y nos ayuda a fortalecernos mentalmente. El solo hecho de decir fue mi culpa nos abre los ojos y despeja el camino para no volver a caer en lo mismo. Luchar con nuestro ego y temor a la burla por reconocer que nos equivocamos es el paso más difícil para cualquier persona que vive de sus apariencias y del que dirán. Pero es la respuesta a romper el eslabón de la cadena que puedes estar cargando toda la vida por el simple hecho de no asumir las consecuencias de tus acciones. Cometer errores te ayuda a enfrentar a tus miedos siempre y cuando seas consiente de lo que hiciste y no trates de ocultarlo culpando a los demás y haciéndote el enojado.
5. Nos enseñan a ser más tolerantes. Cuando somos consientes de nuestros errores aprendemos a respetar a las demás personas y a ser menos críticos de la vida ajena por que ya hemos vivido algo similar y sabemos que es estar en su lugar. Reconocer los errores que cometemos nos enseña a ser más tolerantes y a pensar dos veces antes de hablar, juzgar o criticar.
6. Nos enseñan a dejar el pasado atrás. Es normal que en el transcurso de nuestra vida nos equivoquemos una y otra vez. Pero aprender a superar nuestros errores es lo que nos hace la vida más placentera y nos permite vivirla sin arrepentimientos. Puede que en el momento sintamos esa sensación de porque lo hice... Pero a la larga si la superamos y continuamos con nuestra vida, aprendiendo de nuestra mala experiencia, logramos cerrar el circulo de vivir lamentándonos todos los días de nuestra vida por algo que no podemos cambiar pero si podemos evitar en un futuro caer en lo mismo. Un error se comete, pero superarlo y dejarlo en el pasado es lo más sabio que podemos hacer.
7. Nos enseñan a ser nosotros mismos. A nadie le gusta cometer errores y mucho menos ser juzgado por ello. Pero la verdad es que por más difícil que sea es una lección de vida que nunca vas a olvidar. Pero que sabes porque lo viviste que pasa con tu vida si vuelves a cometer el mismo error.
En conclusión, hay equivocaciones simples que solo duran unos minutos, como ponerse la ropa no indicada para una reunión, pedir el plato más desagradable de comida mientras los demás están disfrutando de una delicia, no estudiar para un examen y perderlo, etc. Son errores que puedes corregir fácilmente. Pero ten cuidado con los errores que pueden afectar toda tu vida por falta de experiencia e ignorancia, como por ejemplo escoger a la pareja equivocada (divorcio seguro), estudiar la carrera que estaba de moda y no porque te gustaba (frustración), abrir un negocio sin analizar las ventajas y desventajas (perdidas económicas), estafar a las personas, robar, secuestrar o incluso asesinar (condenas y cárcel). Esta clase de errores son los que traerán consecuencias catastróficas para ti y todos los que te rodean y te marcaran por siempre.
Equivocarse es lo mejor que te puede pasar y lo peor es no aprender de esa equivocación.
Cuando aprendes de tus errores, te conviertes en una persona con experiencia y como buen experto debes saber que ese camino no es el correcto para ti. El problema esta cuando no aprendes de tus equivocaciones y sigues metiendo la cabeza en lo mismo una y otra vez y vives diciendo pero porque a mí... Que hice para merecerme esto... Hasta cuando... Otra vez me pasa lo mismo... Siempre escojo a la persona equivocada...No otra vez...Por buena gente me pasa esto...
Es necesario aprender de una equivocación lo que tenemos que evitar si no queremos sufrir nuevamente las consecuencias de sentir la misma sensación de frustración, dolor e incluso culpabilidad. Adicionalmente, si se nos vuelve a presentar algo similar con la experiencia adquirida de nuestros anteriores errores, fácilmente podemos encontrar una solución ó una alternativa que nos saque victoriosos de un nuevo contratiempo.
Debes tener mucho cuidado porque existen diferentes clases de errores. Unos te pueden ayudar a superar miedos y temores a cometerlos nuevamente, te dan más seguridad en ti mismo y se convierten en útiles a lo largo de tu vida. Y otros, se pueden convertir en tu peor pesadilla y en una carga negativa que puedes arrastrar toda tu vida.
La mayoría de nosotros desde que somos pequeños crecemos con el temor a equivocarnos porque de forma indirecta nuestros padres, tíos, profesores y adultos que nos rodeaban lo repetían constantemente "Equivocarse es lo peor que te puede pasar" y nos enseñaron con sus comentarios que errar es algo catastrófico que nos puede pasar. Pero hoy en día es necesario aprender que los errores pueden convertirse en enseñanzas valiosas y enriquecedoras para nuestra vida.
1. Nos enseñan lo que queremos y lo que no. Nos ayudan a descubrir nuestro propósito y son una oportunidad para descubrir qué es lo que realmente queremos de la vida.
2. Nos enseñan que no somos invencibles y que por mucho que nos esforcemos, no podemos evitar cometer errores. Que los errores hacen parte de nuestra vida y que por más que queramos ser perfectos siempre encontraremos en el camino esa piedra que nos hace gritar, llorar, zapatear, frustrarnos, desanimarnos y sentirnos morir. Que necesitamos ayuda y que no siempre lo podemos hacer todo nosotros mismos.
3. Nos enseñan lo que vale la pena y lo que no. A veces creemos que no las sabemos todas pero vamos por el camino equivocado. No escuchamos consejos y por el contrario nos molestamos con el mundo porque ellos son los equivocados y no nosotros. Pero la vida nos da lecciones y cuando sufrimos las consecuencias entendemos que estábamos mal encaminados. A punta de caídas y fracasos nos obligan a cambiar de rumbo siempre y cuando aprendamos la lección y entendamos que la vida nos da otra oportunidad para cambiar.
4. Nos enseñan a ser responsables de nuestros actos. Reconocer nuestros errores es lo mejor que podemos hacer. Nos enriquece como personas y nos ayuda a fortalecernos mentalmente. El solo hecho de decir fue mi culpa nos abre los ojos y despeja el camino para no volver a caer en lo mismo. Luchar con nuestro ego y temor a la burla por reconocer que nos equivocamos es el paso más difícil para cualquier persona que vive de sus apariencias y del que dirán. Pero es la respuesta a romper el eslabón de la cadena que puedes estar cargando toda la vida por el simple hecho de no asumir las consecuencias de tus acciones. Cometer errores te ayuda a enfrentar a tus miedos siempre y cuando seas consiente de lo que hiciste y no trates de ocultarlo culpando a los demás y haciéndote el enojado.
5. Nos enseñan a ser más tolerantes. Cuando somos consientes de nuestros errores aprendemos a respetar a las demás personas y a ser menos críticos de la vida ajena por que ya hemos vivido algo similar y sabemos que es estar en su lugar. Reconocer los errores que cometemos nos enseña a ser más tolerantes y a pensar dos veces antes de hablar, juzgar o criticar.
6. Nos enseñan a dejar el pasado atrás. Es normal que en el transcurso de nuestra vida nos equivoquemos una y otra vez. Pero aprender a superar nuestros errores es lo que nos hace la vida más placentera y nos permite vivirla sin arrepentimientos. Puede que en el momento sintamos esa sensación de porque lo hice... Pero a la larga si la superamos y continuamos con nuestra vida, aprendiendo de nuestra mala experiencia, logramos cerrar el circulo de vivir lamentándonos todos los días de nuestra vida por algo que no podemos cambiar pero si podemos evitar en un futuro caer en lo mismo. Un error se comete, pero superarlo y dejarlo en el pasado es lo más sabio que podemos hacer.
7. Nos enseñan a ser nosotros mismos. A nadie le gusta cometer errores y mucho menos ser juzgado por ello. Pero la verdad es que por más difícil que sea es una lección de vida que nunca vas a olvidar. Pero que sabes porque lo viviste que pasa con tu vida si vuelves a cometer el mismo error.
En conclusión, hay equivocaciones simples que solo duran unos minutos, como ponerse la ropa no indicada para una reunión, pedir el plato más desagradable de comida mientras los demás están disfrutando de una delicia, no estudiar para un examen y perderlo, etc. Son errores que puedes corregir fácilmente. Pero ten cuidado con los errores que pueden afectar toda tu vida por falta de experiencia e ignorancia, como por ejemplo escoger a la pareja equivocada (divorcio seguro), estudiar la carrera que estaba de moda y no porque te gustaba (frustración), abrir un negocio sin analizar las ventajas y desventajas (perdidas económicas), estafar a las personas, robar, secuestrar o incluso asesinar (condenas y cárcel). Esta clase de errores son los que traerán consecuencias catastróficas para ti y todos los que te rodean y te marcaran por siempre.
Equivocarse es lo mejor que te puede pasar y lo peor es no aprender de esa equivocación.
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