No somos iguales, si fuera lo contrario este mundo sería sumamente aburrído.
Existe algo que compartimos todos: el deseo de ser felices.
Deja al otro vivir su vida para que puedas tener tiempo de vivir la tuya. Jesús dijo a sus discípulos: “No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados “. Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no ves la viga que está en el tuyo? Cómo puedes decir a tu hermano: “Déjame sacar la pana de tu ojo”, tú, que no ves la viga que tienes en el tuyo? Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la pana del ojo de tu hermano..
Si vas a criticar que sea constructivamente, hazlo adoptando una actitud responsable, no dañina, sino más bien constructiva y llena de amor.
Para no equivocarte debes conocerte y también ponerte en los zapatos del otro. La crítica dañina agrandará las diferencias entre tú y tu prójimo. Criticar constantemente y asumir posiciones de perfección porque sabes que estás hablando de otro, lo único que impedirán es que te conviertas en una persona feliz y pases a ser una persona malévola que disfruta hablando de los demás para sentir que su vida es menos miserable de lo que en realidad es.
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