¡Yo quiero cambiar! ¡estoy decidida a cambiar! ¡Quiero estar a la moda! ¡Quiero sentirme bella! ¡Quiero sentirme segura de mi misma! ¡Quiero mostrar lo mejor de mí! ¡Quiero verme y sentirme como una modelo famosa! ¡Quiero que me vean como una gran empresaria! ¡Quiero convertirme en alguien importante! ¡Quiero ser la envidia de mis amigas! ¡Quiero que mi esposo o novio sé de cuenta la clase de mujer que tiene! ¡Quiero que me valoren! ¡Quiero sobresalir!....
Después de tantos quiero, aparecen los “Pero” pero no tengo estilo para vestirme y me siento insegura porque físicamente no soy muy bonita! Pero que pasa si en lugar de sentirme bien se van a reír de mí! pero necesito dinero para cambiar mi ropero! pero no tengo zapatos! pero no puedo registrarme al gimnasio para mantenerme en forma! pero necesito una cirugía porque mi nariz está horrible! pero estoy pasadita de kilos! pero mi cabello esta muy corto! pero me están saliendo arrugas! pero ya no soy la joven bella y radiante que era antes! pero mis hijos me quitan mucho tiempo! pero tengo que trabajar y después llegar a casa, preparar la cena para mi familia, limpiar las habitaciones, poner la ropa en la lavadora, planchar después! pero no me queda tiempo para nada! pero mi amiga es más bonita y le va mejor! pero que va a decir mi marido! pero no tengo tiempo para arreglarme! pero y más peros.
Después de escuchar todo los quiero y los pero, es necesario que respondas ¿por qué quieres cambiar? ¿Por qué quieres estar a la moda? ¿Por qué quieres sentirte bella? ¿Por qué quieres ser la envidia de tus amigas?
Si la respuesta es quiero cambiar para que los demás me vean y me traten diferente. Para que mi esposo se vuelva a enamorar de mí, para que mis amigas sientan envidia de mí, para causar admiración en mi trabajo, con mis amigos, con mi familia..... Quiero decirte que empezaste en el lugar equivocado y que el cambio que quieres nunca lo vas a proyectar de la forma correcta.
Decidir cambiar no es una tarea que ocurre de la noche a la mañana. Exige tiempo, dedicación y 1000% de fuerza de voluntad para lograrlo.
En primer lugar, querer cambiar y proyectar una imagen mejor requiere más que estar a la moda, vivir en la tendencia del momento o tener estilo. De nada sirve que asistas a talleres, leas revistas de moda, veas programas que te enseñan nuevas tendencias si no estas preparada para el cambio.
Es fácil ponerse un vestido bonito, aprender a combinar tu ropa, maquillarte divino y lucir un bolso y unos zapatos espectaculares, porque con esfuerzo y un poco de dinero lo puedes comprar.
El problema radica, cuando te vez al espejo, asistes a una reunión con tus amigos, compañeros de trabajo o tu esposo y después de tanto arreglo, de cambiar tu color y corte de pelo, de estar arreglada de pies a cabeza, te das cuenta que aun te falta algo y no te sientes bien porque no te vez igual a la modelo que tenia puesta la ropa que decidiste comprar. Que tu amiga se ve más bonita, que tu vecina se ve más natural, o que la actriz de moda se ve espectacular y que me dices de la presentadora de tu programa favorito, ni hablar. Después de compararte con medio mundo te empiezas a sentir ridícula y como que no encajas con el cambio que elegiste.
En segundo lugar, después de tanta emoción por querer ser otra, pierdes el interés fácilmente y vuelves a lo mismo. El cambio te dura lo mismo que la moda, solo un momento y ya se acabo. Puede que tu closet este lleno de ropa, tengas cosméticos hasta debajo de la cama tirados, cajas de zapatos que nunca te estrenaste, ropa que ni sabias que la tenias y encontraste la inscripción al gimnasio que con tanto esfuerzo hiciste, tirada en un cajón, porque solo te sirvió para ir dos veces y nunca más volviste cuando aparecieron los famosos pero no tengo tiempo, tengo que hacer esto y aquello, mis hijos, mi esposo, mi trabajo, mi tesis de grado, mi familia, mi perro y toda la emoción de querer cambiar se fue a la basura.
Cuando te dije que empezaste tu cambio en el lugar equivocado y fracasaste fue porque tu principal motivo de querer cambiar no fuiste “tú”, fue por otra persona que decidiste hacerlo. No te querías quedar atrás de tu grupo de amigas, tu esposo ya no te deseaba de la misma forma y te empezaba a rechazar como mujer. No soportabas la idea que tu mejor amiga se viera radiante siempre. Y sencillamente buscaste el cambio por competir y no quedarte atrás.
Si quieres cambiar tienes que empezar primero por tu mente, por tus pensamientos. Debes trabajar en tu interior. Cuando tus pensamientos son positivos y está en armonía tu mente y tu cuerpo, no importa lo que te pongas, no importa la moda, no importa la tendencia, no importa tu alrededor. Cuando irradias lo mejor de ti de adentro hacia afuera, no hay moda que no te quede. Puedes salir incluso de la forma más informal, con tu suéter de dos años atrás, un jean y unos tennis y te van a ver divina, sabes porque!!, porque no es tu ropa lo que te da seguridad, no es tu maquillaje lo que te da belleza, eres tú la que lo proyecta.
Entonces, si en tus planes esta cambiar para encajar en un mundo de tendencias, tienes que empezar por aceptarte como eres. Valorarte, quererte, respetarte. Tienes que empezar a dejar de ser negativa. Tienes que aprender a controlar tus impulsos, emociones y pensamientos destructivos, de baja estima y negativos. Cuando empiezas a buscar el cambio dentro de ti y porque tu lo quieres, todo aquello como estar a la moda, vivir la tendencia del momento y encontrar tu propio estilo, serán complemento que iran apareciendo con el paso de los días. Nadie te dirá como vestir, nadie te dirá como peinarte, nadie te dirá como maquillarte, porque tu sabrás exactamente que es lo que te gusta, que es lo que quieres.
Cuando encuentres este punto de equilibrio, podrás decir lo logre, y sin palabras todos los que te rodean notaran el famoso cambio que tanto estabas buscando.
Recuerda que la moda solo es un gusto y una costumbre que puedes utilizar durante un período de tiempo porque como su palabra lo dice esta de moda. Que la tendencia solo es la inclinación que tienes hacia algo y que el estilo es el toque que tu personalidad proyecta sin volverte esclavo de la moda o la tendencia del momento. No olvides que para encontrar tu estilo, necesitas empezar de adentro hacia afuera, porque tu estilo es la carta de presentación de lo que realmente eres.