Muchas personas han experimentado esta étapa de la vida. Unos lo han considerado como una desilusión más y cayeron en la depresión profunda. Otros, lo tomaron con alegria y como una nueva oportunidad para empezar de cero. y Otros aún ni lo creen que se casaron pero que su vida es un infierno.
El verdadero problema no es sólo firmar el divorcio. Sino surge cuando hacemos un analisis del porque llegamos a esto. Cuando nos casamos, juramos amarnos y respetarnos para toda la vida. Creamos ilusiones y soñamos con permanecer juntos hasta el resto de nuestros días.
En algunas ocasiones, la felicidad puede durar por varios años, todo es amor, comprensión y respeto. En otros casos, desde el primer día cuando ya el hombre o la mujer creen seguro (a) a su pareja, empieza el verdadero calvario.
En primer lugar, el matrimonio, no es sinónimo de esclavitud. Al casarnos, no estamos firmando un contrato donde nos convertimos en los esclavos o sirvientes de la pareja. No somos sus empleados que sólo ocupamos el cargo de esposo o esposa para los deberes de la casa (lavar, planchar, cocinar, cuidar los niños, etc.) y los deberes de pareja, no olvidemos también que debemos cumplir con satisfacerlos o complacerlas sexualmente. Muchos hombres y mujeres se aprovechan de la parte noble que tiene su pareja para explotarlos en todo sentido.
En segundo lugar, hombres y mujeres, si ya tienen a su pareja, que necesidad tienen de andar buscando lo que no se les ha perdido. Disfruten de todo momento en compañia no de la amiguita, ni del amiguito sino de la persona que escogieron para que fuera su pareja. No es necesario estar rodeado de otras mujeres para sentirse macho, ni estar rodeada de más hombres para sentirse linda. El sólo hecho de disfrutar de la atracción de una sola persona, hace que tú energía se canalize y no se ande esparciendo por todo lado.
En tercer lugar, no culpes a tus hijos de los problemas en pareja. Recuerda tanto el hombre como la mujer contribuyeron para que se formara ese nuevo ser. Así que ya deja de ser conchuda o comodo y no le dejes la responsabilidad solo a una persona. Si los dos colaboran con los deberes de padre y de madre. Tus hijos creceran en un ambiente feliz, de respeto y sobre todo aprenderan a valorar y a reconocer el esfuerzo y trabajo en equipo. Recuerda, no sólo eres una gran madre o padre, porque le das todo lo que te pida tu hijo o hija. Eso olvidalo, no es sinónimo de ser el padre o la madre ejemplar. Por el contrario estas contribuyendo a que tu hijo o hija se pierda en la sociedad y crezca como un parasito de la misma. Se convierta en un niño o niña malcriado(a), grocero(a), maleducado(a), que no aprendio a darle valor a las cosas materiales, ni el respeto a las personas, porque todo lo obtuvo fácil y con una simple pataleta o berrinche sabia que obtenia todo.
En cuarto lugar, tus problemas matrimoniales, son sólo tuyos. A nadie más le importa que pasa dentro de tú hogar. Si eres de los que acostumbra hablar mal de tú pareja con tus amigos o familia, no esperes a que ellos la (lo) respeten o lo valoren como pareja. por el contrario, si eres de los que busca consuelo contando tus penas a los demás, estas cometiendo el grave error de desprestigiar a tu pareja. El resultado es muy sencillo, tu sigues viviendo en la misma rutina y tus amigos o familiares, terminan de enemigos de tu pareja, por estar defendiendo lo imposible y tener la cabeza envenenada en contra de la otra persona. Ya deja de ser el martir. Si estas con tu pareja es porque te gusta y eres feliz. Entonces, que necesidad tienes de estar hablando mal del él o ella.
En quinto lugar, ya deja de meter en todo a tus padres. recuerda, el casado quiere casa. Así como tomaste este gran paso, tienes que asumirlo y dejar a un lado a tus padres, la suegra, el suegro, los hermanos, la abuelita y hasta el perro de la casa. Deja de involucrarlos y no permitas que se involucren en tu vida sentimental. El resultado, tu pareja saldra corriendo, tu matrimonio sera un infierno y la paz y tranquilidad desaparecera.
En sexto lugar, Sabemos que el factor dinero siempre ha sido problema en toda relación. Pero si eres de los que le gusta derrochar hasta lo que no tiene y aparentar, mientras tu pareja se mata trabajando, no esperes a que sea un hogar felizl. Si los dos trabajan con un fin y una meta propuesta, la abundancia y prosperidad siempre estaran en sus hogares. Por favor, si eres de los que es feliz comprando amor por fuera, ya divorciate y no estes gastando el dinero de tu mujer e hijos, solo haras que lo que has construido se esfume facilmente y todo el esfuerzo y sacrificio de tu pareja sea gozado por alguien que creeme, cuando tu lo necesites no va a estar a tu lado para levantarte como lo haria tu pareja.
Y por último, no podemos dejar atras tu temperamento. Si eres de los que cree que siempre tiene la razón en todo. estas equivocado. Tu pareja también tiene derecho a opinar. Así que ya deja de usar ese pretexto pasado de moda de hacerte el bravo o brava para salirte con las tuyas y empieza a cambiar tu comportamiento. Los gritos, las vulgaridades, el maltrato fisico y verbal son los primeros causantes de los fracasos matrimoniales.
Recuerda, ya no vivimos en los tiempos de antes, donde nuestras abuelitas y bisabuelas, permanecian por siempre atadas a una sola persona. El mundo a cambiado, pero solo tu sabes si puedes ser la persona que prometiste serlo antes de casarte o simplemente lo hiciste por un capricho de la vida y nada más.
Nadie cambia, si prometes y prometes y prometes, creeme esa promesa sera infinita porque nunca la vas a cumplir. Cuando amas y respetas de verdad a una persona, nunca se te pasa por la mente hacerle daño. Por el contrario, vives en función de hacerla o hacerlo feliz.
El verdadero problema no es sólo firmar el divorcio. Sino surge cuando hacemos un analisis del porque llegamos a esto. Cuando nos casamos, juramos amarnos y respetarnos para toda la vida. Creamos ilusiones y soñamos con permanecer juntos hasta el resto de nuestros días.
En algunas ocasiones, la felicidad puede durar por varios años, todo es amor, comprensión y respeto. En otros casos, desde el primer día cuando ya el hombre o la mujer creen seguro (a) a su pareja, empieza el verdadero calvario.
En primer lugar, el matrimonio, no es sinónimo de esclavitud. Al casarnos, no estamos firmando un contrato donde nos convertimos en los esclavos o sirvientes de la pareja. No somos sus empleados que sólo ocupamos el cargo de esposo o esposa para los deberes de la casa (lavar, planchar, cocinar, cuidar los niños, etc.) y los deberes de pareja, no olvidemos también que debemos cumplir con satisfacerlos o complacerlas sexualmente. Muchos hombres y mujeres se aprovechan de la parte noble que tiene su pareja para explotarlos en todo sentido.
En segundo lugar, hombres y mujeres, si ya tienen a su pareja, que necesidad tienen de andar buscando lo que no se les ha perdido. Disfruten de todo momento en compañia no de la amiguita, ni del amiguito sino de la persona que escogieron para que fuera su pareja. No es necesario estar rodeado de otras mujeres para sentirse macho, ni estar rodeada de más hombres para sentirse linda. El sólo hecho de disfrutar de la atracción de una sola persona, hace que tú energía se canalize y no se ande esparciendo por todo lado.
En tercer lugar, no culpes a tus hijos de los problemas en pareja. Recuerda tanto el hombre como la mujer contribuyeron para que se formara ese nuevo ser. Así que ya deja de ser conchuda o comodo y no le dejes la responsabilidad solo a una persona. Si los dos colaboran con los deberes de padre y de madre. Tus hijos creceran en un ambiente feliz, de respeto y sobre todo aprenderan a valorar y a reconocer el esfuerzo y trabajo en equipo. Recuerda, no sólo eres una gran madre o padre, porque le das todo lo que te pida tu hijo o hija. Eso olvidalo, no es sinónimo de ser el padre o la madre ejemplar. Por el contrario estas contribuyendo a que tu hijo o hija se pierda en la sociedad y crezca como un parasito de la misma. Se convierta en un niño o niña malcriado(a), grocero(a), maleducado(a), que no aprendio a darle valor a las cosas materiales, ni el respeto a las personas, porque todo lo obtuvo fácil y con una simple pataleta o berrinche sabia que obtenia todo.
En cuarto lugar, tus problemas matrimoniales, son sólo tuyos. A nadie más le importa que pasa dentro de tú hogar. Si eres de los que acostumbra hablar mal de tú pareja con tus amigos o familia, no esperes a que ellos la (lo) respeten o lo valoren como pareja. por el contrario, si eres de los que busca consuelo contando tus penas a los demás, estas cometiendo el grave error de desprestigiar a tu pareja. El resultado es muy sencillo, tu sigues viviendo en la misma rutina y tus amigos o familiares, terminan de enemigos de tu pareja, por estar defendiendo lo imposible y tener la cabeza envenenada en contra de la otra persona. Ya deja de ser el martir. Si estas con tu pareja es porque te gusta y eres feliz. Entonces, que necesidad tienes de estar hablando mal del él o ella.
En quinto lugar, ya deja de meter en todo a tus padres. recuerda, el casado quiere casa. Así como tomaste este gran paso, tienes que asumirlo y dejar a un lado a tus padres, la suegra, el suegro, los hermanos, la abuelita y hasta el perro de la casa. Deja de involucrarlos y no permitas que se involucren en tu vida sentimental. El resultado, tu pareja saldra corriendo, tu matrimonio sera un infierno y la paz y tranquilidad desaparecera.
En sexto lugar, Sabemos que el factor dinero siempre ha sido problema en toda relación. Pero si eres de los que le gusta derrochar hasta lo que no tiene y aparentar, mientras tu pareja se mata trabajando, no esperes a que sea un hogar felizl. Si los dos trabajan con un fin y una meta propuesta, la abundancia y prosperidad siempre estaran en sus hogares. Por favor, si eres de los que es feliz comprando amor por fuera, ya divorciate y no estes gastando el dinero de tu mujer e hijos, solo haras que lo que has construido se esfume facilmente y todo el esfuerzo y sacrificio de tu pareja sea gozado por alguien que creeme, cuando tu lo necesites no va a estar a tu lado para levantarte como lo haria tu pareja.
Y por último, no podemos dejar atras tu temperamento. Si eres de los que cree que siempre tiene la razón en todo. estas equivocado. Tu pareja también tiene derecho a opinar. Así que ya deja de usar ese pretexto pasado de moda de hacerte el bravo o brava para salirte con las tuyas y empieza a cambiar tu comportamiento. Los gritos, las vulgaridades, el maltrato fisico y verbal son los primeros causantes de los fracasos matrimoniales.
Recuerda, ya no vivimos en los tiempos de antes, donde nuestras abuelitas y bisabuelas, permanecian por siempre atadas a una sola persona. El mundo a cambiado, pero solo tu sabes si puedes ser la persona que prometiste serlo antes de casarte o simplemente lo hiciste por un capricho de la vida y nada más.
Nadie cambia, si prometes y prometes y prometes, creeme esa promesa sera infinita porque nunca la vas a cumplir. Cuando amas y respetas de verdad a una persona, nunca se te pasa por la mente hacerle daño. Por el contrario, vives en función de hacerla o hacerlo feliz.
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